Este fin de semana pasado, disfrutamos en Neocine con el estreno de Magical Girl de Carlos Vermut, ganadora de la Concha de Oro en San Sebastián, imponiéndose a nombres con solera como Bille August, Susanne Bier o Mia Hansen-Love.

Y esta semana... ¿seguimos disfrutando de la magia?

Esta misma semana, un seguidor de Neocine en las redes sociales comentaba que Magical Girl es una de esas películas sobre la que necesitas comentar y debatir al salir del cine. Ver comentario

Existen muchos tipos de reacciones en el público cuando termina una pelícua... bien lo sabemos nosotros después de tantas...

Una película puede causar en el público reacciones tales como histeria, como dicen que ha ocurrido entre los adolescentes de Francia al ver Annabelle; pero también  alegría, paz, indiferencia, ansiedad...  

Puede que el efecto causado sea intenso en el momento y que a los 5 minutos de salir del cine ya estemos en otras cosas, y puede que la película nos acompañe horas; incluso que, días después, sigamos recordando y extrayendo conclusiones.

Este poder de permanecer en el cuerpo, en la mente y en el recuerdo de las personas- porque esto sí es un poder- lo tiene Magical Girl.rtty

¿Por qué esta película tiene este poder? ¿Será acaso mágica?

No quisiéramos que, al desvelar las razones, dejáramos entrever la película; además, la magia nunca se cuenta, se tiene que vivir...  

Tres criaturas castigadas por la vida, sin un horizonte claro, tres historias independientes que van poco a poco entrelazándose, a veces de modo casual. Un vómito, por ejemplo, ata los destinos del primer y el tercer personaje citados. 

De forma sutil y persuasiva,  nos va introdiciendo en este puzle al que le falta una pieza, que quizás tengamos nosotros espectadores que completarlo. ¿Residirá aquí el poder de Magical Girl?

Una historia con un comienzo inocente. Una niña con leucemia que desea un vestido de Magical Girl; inocencia que se torna en drama, fatalidad, chantaje, misterio y angustia; convirtiendo a la película en un film noir.

Sin hablar, nos habla de la España actual. La trama y los personajes maman de un país en crisis, desesperado y cruel; una sociedad movida por el dinero, ya sea por su ausencia o por las inquietantes formas de acceder a él.

Todo esto, con esbozos de comedia negra y realismo social, y con una puesta en escena sobria y precisa... poderosa.

Mucho poder tienen sus personajes, que a pesar de ser complejas construcciones psicológicas, no dejan de ser humanos: víctimas que pasan a ser verdugos, sádicos y malvados que también son benévolos...

Personajes magníficamente defendidos por un excepcional reparto, protagonistas y secundarios.

Magical Girl deja enigmas que más que abrir la mente del espectador, abren su corazón.

Como contestó Carlos Vermut en una entrevista a cineralia: "Yo no quiero que el espectador sepa, sino que sienta que ocurre algo misterioso y eso no se hace con la cabeza, se hace con el corazón. Yo delego en la sensibilidad de cada espectador, más que en la mente".

Corazón y sensibilidad... mucho poder, entonces, tiene Magical Girl.

 

¿Ha llegado el Nuevo Cine Español?